La Pasión

Luarca tiene una extensa tradición musical, agrupaciones de música popular, coros, cantantes, banda de música, charangas, etc. 

En todas sus formas la música siempre ha formado parte de la historia de esta gran villa, por lo que más que una parte meramente cultural del pueblo de Luarca, la música es el día a día del pueblo, es la alegría, la emoción, las bienvenidas y las despedidas. 

Actualmente no se entendería una Luarca sin música, pues ¿quién se imagina un verano sin los conciertos de la banda los viernes de julio?, ¿quién se imagina un San Timoteo sin las charangas?, ¿quién se imagina las fiestas sin orquestas?, ¿cómo se daría ese plus de emoción a la semana santa?

El pueblo de Luarca siempre responde y sobre todo se enorgullece de lo suyo, muestra un sentimiento que solo los luarqueses entendemos, porque es mucho más que un solo sentimiento de pertenencia. Un claro ejemplo de este gran sentimiento de orgullo es nuestro querido y siempre recordado Severo Ochoa. Un hombre que aparte de ganar el Premio Nobel de medicina, era sencillo, querido por todos y siempre demostró y expandió por todo el mundo su gran amor por Luarca.

‘La Lira’ no sería un excepción de este gran sentimiento luarqués, pues fue desde sus inicios muy bien acogida por el pueblo, ampliando año a año su número de socios y siguiendo con su historia pese a las dificultades y sus ceses obligados de actividad, ya fuera debido a la Guerra Civil o debido a la falta de los medios necesarios para su correcto funcionamiento. Pese a todo esto, la Banda de Luarca es un claro ejemplo de persistencia y de un gran amor por la música y al propio pueblo luarqués.

Una de las festividades más influyentes y sentimentales en Luarca es su Semana Santa, ver la subida de Jesús el Nazareno el Jueves Santo desde la iglesia parroquial hasta la capilla de la Atalaya logra llegar hasta el más profundo de los sentimientos luarqueses e incluso de las personas ajenas a Luarca.

Para dar un poco de contexto histórico, la Semana Santa se trata de una celebración cristiana que alude a los últimos días de Jesucristo en la Tierra. Su origen se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando los seguidores de Jesús comenzaron a conmemorar su sacrificio durante la Pascua Judía, ya que su crucifixión coincidió con dicha festividad.

La Iglesia, con el tiempo fue estructurando esta celebración en una semana completa, estableciendo momentos clave como el Domingo de Ramos (entrada de Jesús en Jerusalén), el Jueves Santo (la Última Cena), el Viernes Santo (Crucifixión y muerte), el Sábado Santo (día de duelo) y el Domingo de Resurrección (triunfo sobre la muerte).

En España, esta semana tiene una historia muy extensa, muy ligada a la religión y a la propia cultura popular.

Las primeras celebraciones de Semana Santa en España empezaron en la Edad Media, hacia los siglos XIII y XIV. Se trataba de rituales sencillos de penitencia y oración, organizados por cofradías (hermandades de fieles que ayudaban a pobres y enfermos). 

Durante el siglo XVI (conocido como la Contrarreforma), la Iglesia Católica impulsó manifestaciones religiosas públicas para reafirmar la fé frente a los protestantes. Ahí nacieron las procesiones tal y como hoy las conocemos, imágenes sagradas y emotivas, penitentes encapuchados, pasos escenificando la pasión, etc.

Con el paso del tiempo, esta semana de conmemoración hacia Jesucristo fue desarrollándose con distintos estilos en cada zona de España. Por ejemplo, la Semana Santa de Andalucía es una de las más famosas del mundo, sobre todo las procesiones en Sevilla y en Málaga, estas fueron avanzando hacia un estilo más barroco y emotivo, donde lo visual pasa a ser lo más importante junto a las saetas y la música de sus Bandas.

En Asturias, la Semana Santa tiene un carácter más íntimo, con un fuerte respeto por el recogimiento y la devoción. A diferencia de Andalucía, no hay grandes pasos, sino imágenes más modestas, llevadas generalmente por cofrades locales.

Los sitios más destacados de la Semana Santa asturiana a parte de las 3 grandes ciudades (Oviedo, Gijón y Avilés), tienen suma importancia las procesiones de las villas marineras como Villaviciosa (famosa por la tradición de su “Sermón del Desenclavo”) y las de Luarca.

Luarca, la villa blanca de la costa verde, tiene una de las Semanas Santas más bonitas de Asturias, destaca por su entorno marinero y su carácter íntimo y sobretodo emotivo, debido a ese gran sentimiento que tienen todos los luarqueses (cristianos y ateos) por su Santo, el Nazareno de Luarca.

La Hermandad que organiza la Semana Santa luarquesa (La Real Hermandad de Jesús el Nazareno), tiene su origen en el año 1.695, es decir, tiene 330 años de historia. Esta Hermandad nace como otras tantas por el auge de las procesiones durante la Edad Media. Su imagen protagonista, la de Jesús el Nazareno, fue tallada por una escuela sevillana a finales del siglo XVII, es decir, esta imagen lleva emocionando a los luarqueses más de 4 siglos, pasando por restauraciones y añadiendo detalles como bordados de oro en su túnica morada terciopelo.

La Banda de Música ‘La Lira’, lleva acompañando a esta Semana Santa desde sus inicios allá por el 1890, con su debut en la celebración del “Corpus Christi”. Marino Pérez, nos comenta en el video que La Banda recibe el nombre de “La Llorona” durante esta festividad, debido a que durante toda su historia ha hecho llorar de emoción al pueblo luarqués o directamente porque siempre llueve en estas fechas.

‘La Lira’ desde su reaparición en 1981, ha ido renovando su repertorio, y el de la Semana Santa no ha sido una excepción, sobre todo con la llegada de su actual director, Daniel Santos. En sus 6 años al frente de esta agrupación musical, Santos ha priorizado la originalidad y reforzar la emoción en las piezas seleccionadas tanto para los conciertos en la Iglesia como para las procesiones, una de sus obras más representativas y seguidoras de este espíritu de innovación es la pieza titulada El Buen Jesús Nazareno una pieza distinta que logra emocionar a los corazones más duros de Luarca.